A veces llano, otras repleto de subidas y bajadas, en ocasiones despejado y a veces lleno de obstáculos que superar. No siempre es fácil seguir el camino ni lo es escoger el camino que queremos seguir. Siempre con la esperanza de llegar a un destino, a una recompensa que nos espera al final, pero no siempre es así, no siempre hallamos ese premio porque no siempre lo hay. Al final del camino puede que encontremos algo que nos llene de felicidad pero por si no es así, mejor disfrutar del camino, de sus rectas, de sus curvas, de sus cuestas y sus obstáculos, y por supuesto de esas metas que pasito a pasito vayamos alcanzando.

En esta ocasión el camino tuvo su recompensa, que no es otra que la fotografía de mi anterior entrada, el Meandro del Melero, ya que la foto es del camino que conduce a su mirador. Disfrutad del camino.

  • Apertura: F5.6
  • Velocidad de obturación: 1/60 s
  • ISO: 100

 

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