Atardecer en el castillo de Coca
Esta no es la primera foto que muestro de un atardecer, y probablemente no será la última. No puedo evitarlo, el cielo al atardecer es uno de esos espectáculos que me gusta contemplar, y aún más si es un lugar bonito y en buena compañía. En esta ocasión teníamos en
Vecinos
De nuevo nuestras amigas las cigüeñas pero con un mensaje completamente diferente. Si, son las mismas cigüeñas del nidito de amor, en realidad ambas imágenes son dos recortes diferentes de la misma imagen original, pero con una interpretación muy distinta. Aquí ceden parte del protagonismo a uno de sus vecinos
Nidito de amor
Esta pareja de cigüeñas construyó su nido sobre la torre de la iglesia de Laguna de Duero. No son las únicas en el pueblo, ni las únicas de su especie habitando lo más alto de la torre, pero si las que captaron mi atención mientras compartían la mañana del domingo
Tarde en la feria
Pasar una tarde en la feria es una de esas cosas que llevan mi mente unos cuantos años atrás, devolviéndome por unos momentos a mi infancia, a ese tiempo en que el que era difícil evitar el magnetismo que esa combinación de colores, luces, música y movimiento tienen sobre un
Atardecer
Que bonito es contemplar esos atardeceres de invierno en los que los cálidos colores del cielo contrastan con el frío que registra el mercurio, esos que sólo pueden sentirse cálidos detrás de un cristal. Si bien la vista puede hacernos percibir un poco la calidez que esconden los colores, la
Tradición
La madera dibuja con sus líneas esta fachada compuesta por múltiples formas geométricas que delimitan los espacios que ocupa la piedra, un ejemplo de la arquitectura tradicional en la Sierra de Francia. Piedra y madera que nos recuerdan cómo se hacían las cosas hace algún tiempo. Esta imagen me trae
El tiempo
En múltiples ocasiones nos gustaría controlarlo, pero es algo que está fuera de nuestro alcance. Al menos de forma objetiva, porque a veces pasa muy rápido y sin embargo en ocasiones un sólo segundo nos puede parecer una eternidad. Siempre constante, a su ritmo, no podemos detenerlo ni hacerlo avanzar
Meandro del melero
La naturaleza nunca dejará de sorprenderme por su incomparable belleza así como la enorme diversidad de formaciones que nos ofrece. En esta ocasión seguimos el cauce del río Alagón hasta abandonar Castilla y León y adentrarnos en Extremadura, dónde podemos contemplar la forma caprichosa de éste río formando el meandro